Seguramente conozcas las Islas Cíes por sus playas paradisíacas o su increíble biodiversidad. Pero, más allá de su belleza, guardan algo que no todos conocen: un conjunto de historias y misterios que forman parte de su esencia. Estas leyendas sobre las Islas Cíes han pasado de boca en boca durante generaciones, dando al archipiélago un aire mágico que va mucho más allá del paisaje. A continuación te invitamos a conocer algunas de las más fascinantes y a descubrir por qué las Cíes han sido fuente de inspiración para mitos y relatos fantásticos.

 

6 leyendas de las Islas Cíes

A lo largo de los siglos, este archipiélago ha sido cuna de leyendas que forman parte del imaginario colectivo gallego. Son relatos que conectan a las personas con el lugar y con su pasado, y que hacen de estas islas algo más que un destino turístico.

El origen divino de las Islas Cíes

Según una antigua leyenda de las Islas Cíes, cuando Dios concluyó la creación del mundo, apoyó su mano en el extremo occidental de la Tierra, dejando la marca de sus dedos en lo que hoy conocemos como las Rías Bajas. Al sacudirse la mano, cayeron fragmentos de tierra y piedras que dieron lugar a las Islas Atlánticas, entre ellas las Cíes.

Desde entonces, se dice que estas islas resisten el embate constante del Atlántico como guardianas divinas, con su arena blanca y aguas azules que esconden más de un secreto bajo su superficie.

El escudo de los dioses

Otra leyenda narra que las Islas Cíes fueron colocadas por los propios dioses como escudo natural para proteger la ría de Vigo. Temiendo los ataques que llegaban del océano, los dioses crearon estas islas como una muralla para frenar las amenazas. Esta creencia ancestral refuerza la idea de que las Cíes son un lugar mágico, destinado desde su origen a salvaguardar las tierras gallegas.

Las sirenas de las Cíes y la playa de Rodas

Una de las leyendas de las Islas Cíes más evocadoras tiene lugar en la playa de Rodas, donde se dice que el mar guarda secretos más antiguos que la propia arena. Se cuenta que en estas aguas vivían sirenas, criaturas marinas de belleza hipnótica que protegían a los marineros. Una de ellas, según se dice, se enamoró de un joven pescador que naufragó tras una tormenta. Lo salvó y lo llevó hasta la orilla.

Desde entonces, él volvió cada noche a Rodas con la esperanza de reencontrarse con ella. Aunque nunca regresó, su historia se convirtió en leyenda. Hoy en día, algunos viajeros afirman escuchar cantos entre las olas o ver siluetas bailarinas bajo la luna llena. Tal vez las sirenas sigan aquí, ocultas en las cuevas submarinas de las Cíes.

La doncella de San Martiño

En la isla de San Martiño, la más alejada del archipiélago, se cuenta una historia de amor trágico. Una joven vivía allí junto a su padre, un pescador huraño que la mantenía alejada del mundo. Pero la doncella se enamoró de un marinero que cruzaba a menudo cerca de la isla, y ambos se veían en secreto bajo la luna.

Al descubrirlo, el padre enfurecido lanzó una maldición: sus almas quedarían separadas por siempre. Desde entonces, hay quien escucha por las noches el lamento de la joven, llevado por el viento. Algunos dicen que su espíritu sigue vagando por la isla, esperando al marinero que nunca regresó.

Las luces del monte Faro y el espíritu del farero

El monte Faro, coronado por su icónico faro, es protagonista de una leyenda inquietante. Numerosos visitantes han asegurado ver luces misteriosas moverse en la oscuridad: destellos que aparecen y desaparecen sin explicación.

Se cree que esas luces pertenecen al espíritu de un farero que desapareció durante una tormenta hace décadas. Desde entonces, su alma vaga por el monte encendiendo una luz errante para guiar a los barcos. Otros creen que estas apariciones están relacionadas con antiguos rituales druidas o con las almas de marineros perdidos.

El tesoro de Monteagudo

En una de las cuevas de la isla de Monteagudo, la tradición asegura que un grupo de piratas escondió un tesoro siglos atrás. Y viendo la historia de las Islas Cíes y los sucesivos ataques de corsarios que tuvieron lugar entre los siglos XVI y XVII no sería de extrañar.

Sin embargo, lo más curioso es que muchos han buscado este tesoro, pero nadie ha logrado encontrarlo. La leyenda advierte que el oro está protegido por un hechizo y solo puede ser descubierto por alguien con un corazón puro y sin avaricia. Quienes se adentran en la cueva con malas intenciones, dicen, sufren percances extraños: resbalones, caídas o incluso quedarse atrapados por la marea. El tesoro sigue ahí, esperando a la persona adecuada.

 

¿Por qué perduran las leyendas sobre las Islas Cíes?

Las leyendas sobre las Islas Cíes han llegado hasta nosotros gracias a la rica tradición oral gallega, que ha sabido preservar historias durante generaciones. El entorno natural de las islas, sus cuevas, acantilados y noches en silencio absoluto, estimulan la imaginación y convierten cada rincón en escenario de posibles sucesos mágicos. El aislamiento del archipiélago y su acceso exclusivo por mar también contribuyen a que su misterio perdure.

Tanto si crees o no en lo sobrenatural, las leyendas sobre las Islas Cíes forman parte de su encanto único. Cuando camines por sus senderos, contemples el mar desde un acantilado o escuches el viento en la noche, recuerda que estás pisando tierra de mitos.