Las Islas Cíes son de sobra conocidas por sus playas de aguas cristalinas, paisajes de ensueño, cielos despejados y su fauna y flora únicas en el mundo. Sin embargo, para muchos, la historia de las Islas Cíes sigue siendo todo un misterio. Por ejemplo, ¿sabías que por ellas pasaron personajes tan destacados como Julio César o el corsario Francis Drake?

Para que la próxima vez que visites el Parque Nacional vayas con los deberes bien hechos y conozcas a fondo todos los secretos del lugar, hemos hecho un breve resumen de la historia de las Islas Cíes. ¡Descúbrela!

 

Historia de las Islas Cíes: la Prehistoria

Para conocer la historia de las Islas Cíes hay que remontarse miles de años atrás. El archipiélago fue territorio de paso del hombre durante el Paleolítico y Neolítico, pero no fue hasta la Edad de Bronce cuando empezaron a construir sus primeros asentamientos.

Precisamente de esta época data el poblado de “As Hortas”, ubicado en el Monte Faro (situado en la Isla del Medio). Una población celta fortificada, conocida como castro. Entre los restos encontrados llama la atención el “altar druídico” en el que se cree que se realizaban sacrificios en honor a los dioses.

 

Historia de las Islas Cíes: Julio César

La Isla de los Dioses fue el nombre con el que los romanos decidieron bautizar al Parque Nacional por los cultos druídicos que se celebraban allí. Prueba de la presencia de los romanos en la historia de las Islas Cíes son todos los vestigios que se encontraron (orfebrería, ánforas, cerámica y diversos útiles) y que actualmente pueden verse en el Museo Provincial de Pontevedra.

También se conserva una historia de las Islas Cíes con Julio César como protagonista. Cuenta la leyenda que los batallones romanos no eran capaces de vencer a los herminios, los últimos guerreros celtas de Portugal, conocidos por su resistencia y bravura.

 

Historias de corsarios de las Islas Cíes

La historia de las Islas Cíes cuenta que, en el año 899, las islas fueron donadas a la catedral de Santiago por el rey Alfonso III. Justo en este periodo surgen dos pequeños monasterios: el de San Esteban (actual Centro de Visitantes) y el de San Martín (en la Isla Sur). Hasta ellos se trasladaron monjes que se instalaron para ejercer funciones de control y administración sobre la pequeña población que poco a poco se fue creando.

Sin embargo, entre los siglos XVI y XVII, las congregaciones de monjes fueron abandonando el lugar de forma progresiva. La causa de este abandono fueron los sucesivos ataques de corsarios que convirtieron a las Islas Cíes en un lugar muy inseguro. Uno de los asaltos más conocidos es el del famoso pirata Francis Drake que se ensañó con la ría de Vigo y asoló las Cíes.

Debido a todo este caos marítimo y, ante la falta de población, se establecieron varios planes de fortificación para las Cíes que tuvieron como resultado la creación de un almacén de artillería ubicado en el antiguo monasterio de San Esteban, un cuartel de carabineros e incluso una cárcel. Además, se construyeron dos fábricas de salazón y el Faro de Cíes.

Estas construcciones ayudaron a generar una mayor confianza y consiguieron que la historia de las Islas Cíes cambiara con un nuevo intento de repoblación.

Poco a poco fueron llegando ganaderos y pescadores de la comarca de O Morrazo. Estas familias se dedicaban a la pesca y a la agricultura de autoconsumo y trabajaban como cuidadores o temporeros en la fábrica de salazón. Aún así, la población nunca fue muy numerosa ni estable y, a mediados del siglo XX, las islas se despoblaron definitivamente.

 

Historia de las Islas Cíes: la actualidad

Conforme las Islas Cíes se iban despoblando, el interés turístico empezaba a crecer. En 1980 se declaró Parque Natural al archipiélago de las islas Cíes y en el 2002 pasó a formar parte del Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia.

Ahora que ya conoces la historia de las Islas Cíes, toca visitarlas para poder caminar por el mismo lugar por el que lo hicieron romanos o corsarios. Ponte en contacto con nosotros y empieza a organizar tu viaje.