Las Cíes no solo esconden playas paradisíacas, sino que detrás de sus paisajes de revista podemos encontrar una historia muy interesante. Si sientes curiosidad por saber cuál es la historia de las Islas Cíes, hoy te la contamos. ¡Desde el Paleolítico hasta la actualidad!

 

¿Cómo fue la Prehistoria en las Islas Cíes?

De la prehistoria se conservan muy pocos restos arqueológicos, por lo que se puede suponer que no hubo asentamientos humanos estables durante esta época.

Paleolítico

Si bien es cierto que sí se han encontrado restos del paleolítico en las Islas Cíes, estos son escasos. Los hallazgos son un bifaz, un pico raspador y varias “poutadas”, todos ellos objetos relacionados con el marisqueo y la pesca.

Neolítico

Ya relativa a la siguiente etapa histórica, se ha encontrado una pieza decorativa del Neolítico de las Islas Cíes. Además, también se han catalogado tres molinos de mano de tipo navicular.

Edad de Bronce

Siguiendo con la historia de las Islas Cíes, pasamos a la siguiente época, la Edad de los Metales. Podemos situar la Edad de Bronce (700-600 a. C.) como la primera etapa en la que se tiene constancia de asentamientos humanos.

El castro de As Hortas, en las laderas del monte Faro, es el primer poblado de las Islas Cíes y se mantuvo habitado hasta la llegada de los romanos. Pese a que se encuentra muy alterado, todavía se pueden observar los restos de unas cuatro viviendas de base cuadrangular. En él se han encontrado ánforas, cerámica y orfebrería, además de otros hallazgos que demuestran que sus habitantes se alimentaban con mariscos y pescados de aguas cercanas y de que probablemente tenían relaciones comerciales con los poblados de la costa.

 

El Imperio Romano en las Islas Cíes

Los romanos extendieron su cultura por toda la península, y las Islas Cíes no son una excepción. Las llamaron Islas de los Dioses y de su paso han quedado bastantes descubrimientos como ánforas, tégulas, fragmentos de cerámica y algunas joyas que se encuentran expuestas en el Museo Provincial de Pontevedra.

De todos ellos, el más importante es un anillo de oro del S. II con una piedra de color azul (ágata) en la que figura el dibujo de un jabalí y la inscripción “HEAPRAV”.

Sin embargo, ninguno de los restos encontrados, indica que los romanos hayan instalado asentamientos estables en las islas. Su paso por el archipiélago sería únicamente como zona de abrigo para barcos, para pesca o para instalar pequeños puestos de control.

Además, según escritos de Dión Casio en su libro “Historia romana”, cuenta que el cónsul Cayo Julio César participó en una batalla en las Islas Cíes contra los lusitanos del monte Herminius (Sierra de la Estrella, Portugal). Estos, tuvieron que abandonar Portugal a causa de las tropas de César, huyendo así a las islas. Es entonces cuando Julio César los persigue, embarcando en el puerto de Erizana (Baiona). Su estrategia se basó en rendirlos a causa del asedio y hambre y para ello rodeó las Islas, instalándose en la del medio, hasta que los herminios pidieron la paz.

 

Islas Cíes en la Edad Media

Desde la conquista de los romanos hasta el comienzo de la Edad Media, apenas se registran noticias de las islas. Únicamente un ataque por parte de los suevos en el S. V, del que actualmente ya no quedan huellas.

Posteriormente, en el siglo IX, se producen diferentes naufragios y recalas por parte de normandos y árabes. Además, a finales del mismo siglo, en el año 899, se mencionan entre las donaciones del rey Alfonso III a la mitra compostelana. A partir de esta época, comienzan a instalarse diferentes comunidades religiosas.

En el siglo XI se asentaron los benedictinos y posteriormente, en el siglo XIV, los franciscanos. Sus habitantes vivían de la agricultura y la pesca, actividades a las que se dedicaron hasta la despoblación de la isla a mediados del siglo XX. Estos construyeron dos conventos, el de San Estevo, en la Isla do Faro (actual sede del Centro de Interpretación), y el de San Martiño. Además, construyeron también una fábrica de salazón en cuyas ruinas se encuentra actualmente el restaurante.

 

Historias piratas de las Islas Cíes

El control monacal y feudal de las islas, así como de sus habitantes, se mantuvo hasta finales del siglo XIV, cuando la vida en las islas se vió interrumpida por el pirata inglés Francis Drake.

Este utilizó las islas como punto base en el que reparar y aprovisionar sus naves. Su misión era luchar contra la armada española y desde ese momento, las Islas Cíes se convirtieron en el centro de las batallas entre ingleses y españoles. Tanto es así que incluso se instaló un almacén de artillería en el antiguo monasterio de San Estevo.

A causa de las intrusiones piratas, no solo de la armada inglesa, sino también por parte de los piratas tunecinos y turcos, sus habitantes comenzaron a abandonar el archipiélago a mediados del S. XVIII.

 

Historia Islas Cíes: resumen hasta la actualidad

Las islas volvieron a ser repobladas a principios del siglo XIX con la llegada de ganaderos y pescadores de O Morrazo. Hecho gracias al cual se construyó el faro de las Isla do Medio a mediados de siglo.

Ya en la década de 1960, las Cíes se despoblaron nuevamente, en esta ocasión ya de forma definitiva. Sin embargo, en la década de los 70 comienzan a ser visitadas como lugar de descanso y libertad, empezando así la acampada libre.

Desde entonces, se produce un movimiento turístico y de masificación exponencial, lo que supuso una rápida degradación ambiental. Por ello, para evitarlo se han llevado a cabo diferentes medidas de protección.

En 1980 las Islas Cíes se declaran como Parque Natural y en 1984 pasaron a ser propiedad de la Xunta de Galicia. Cuatro años después, en 1988 se las considera ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) y desde el 1 de julio de 2002 se integran dentro el Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Illas Atlánticas de Galicia. Además, también se declararon como Zona de Especial Protección de los Valores Naturales (en 2004) y Zona OSPAR (en 2008).

Actualmente, debido a todas las medidas de protección establecidas por el Parque Nacional, solo está permitida su visita con previa autorización y teniendo en cuenta unos aforos límite. Además, la acampada libre queda prohibida y únicamente se puede dormir en el camping de la isla.

Sin duda, tal y como demuestra la historia, las Islas Cíes son un espacio que merece la pena proteger y visitar. En Naviera Rías Gallegas te acercamos a este paraíso.